Redacción. Madrid
El Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Nisa Virgen del Consuelo está actualizando sus aceleradores lineales con colimadores de 160 láminas cuya precisión, a la hora de localizar el tumor y verificar el volumen, alcanza tal grado de perfección que ha abierto nuevas posibilidades en radiocirugía al optimizar los resultados de dosis únicas de radiación sin afectar a zonas cercanas.
Entre un 40 y un 85 por ciento de los cánceres desarrollan metástasis en otros órganos del cuerpo. La columna vertebral sufre a menudo el ataque de procesos metastásicos, muy especialmente derivados de tumores en mama, pulmón y próstata. Pérdida de sensibilidad, dolor, debilidad... son algunas de las manifestaciones de las metástasis en columna. Cuando el tumor, o tumores, comprimen la médula espinal, la pérdida de sensibilidad puede evolucionar, en apenas semanas, hacia una paraplejia irreversible.
Hospital Nisa Virgen del Consuelo.
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La comprometida ubicación de los tumores vertebrales ha limitado desde siempre las posibilidades terapéuticas de forma que, tradicionalmente, su tratamiento era desestimado o, en el mejor de los casos, calificado de alto riesgo.
Entre las nuevas indicaciones del Acelerador Lineal que ha adquirido el Hospital Nisa Virgen del Consuelo destaca la metástasis en columna. “Ahora podemos actuar sobre la vertebra afectada en un solo día con control local” -es decir, sin dañar zonas limítrofes- “muy elevado”, afirma Larrea, responsable junto con Amador del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Nisa Virgen del Consuelo.
El tratamiento con radiocirugía abre una puerta a la esperanza para aquellos pacientes condenados a una paraplejia total como consecuencia de una compresión medular de origen tumoral.
Además de la metástasis en columna, la nueva equipación del servicio que dirige el Dr. Larrea ha logrado un éxito de entorno al 80% en casos considerados muchas veces no tratables como las metástasis pulmonares. Tumores de pulmón en estadios iniciales, lesiones hepáticas o de páncreas son otras de las indicaciones que se abren paso en el mundo de la radiocirugía.
Las capacidades de los nuevos sistemas multiláminas se derivan de su mayor control de calidad, agilidad y reducción del tiempo de tratamiento hasta un 75 por ciento.
Durante la sesión de tratamiento, explica Larrea, “podemos modificar el campo de irradiación, la intensidad de la dosis; podemos, incluso, tratar varios tumores en una misma sesión o trabajar sobre volúmenes heterogéneos respetando en todo momento los tejidos sanos”.
La rapidez del tratamiento, gracias a haber duplicado el número de láminas en el acelerador, ha permitido también eliminar riesgos por posibles movimientos del paciente durante el tiempo de irradiación. “Tres de cada cuatro casos de muertes por cáncer presentan metástasis óseas. Gran parte de ellas, se ubican en la columna”.
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